domingo, 13 de noviembre de 2016

Hipómenes y Atalanta, o por qué la Cibeles va sobre un carro tirado por leones.



  Muchas veces hemos paseado por delante de la Fuente de la Cibeles en Madrid sin pararnos a preguntarnos por qué la diosa tiene un carro que está tirado por dos leones. La culpa la tiene, como la mayoría de las veces, el amor. He aquí la historia:

            Fuente de la Cibeles. Diseño de Ventura Rodríguez y obra de Francisco Gutiérrez y Robert Michel. 1780-1786. Madrid

   Todo comienza cuando Atalanta, una niña recién nacida, es abandonada por su padre en el monte, enfadado éste porque su hija no había sido un varón. Pero la niña consiguió sobrevivir gracias a una osa que la amamantó y a unos cazaadores que la recogieron y la cuidaron como si fuera su hija. De este modo, Atalanta creció ejercitándose en la caza y en la carrera.

        Atalanta. Escultura de Pierre Lepautre. 1703-1705. Copia de un original romano.  Museo del Louvre, París.

   La joven crecía, y llegaba a la edad propia de contraer matrimonio, pero ella no quería, ya que un oráculo le había advertido que correría peligro si alguna vez se casaba, por lo que tomó la decisión de permanecer soltera y no unirse jamás a ningún hombre.

   Pero su padre la presionaba para que se casara, y Atalanta, para que su progenitor dejara de repetirle todos los días lo mismo, ideó un plan que no podía fallar: le dijo que se casaría solamente con aquel que consiguiera ganarla en una carrera, pero que todo aquel que osara retarla a correr, y saliera perdedor, moriría a manos de la propia Atalanta. 

   De este modo su padre se quedó tranquilo y le dió su aprobación. Varios fueron los que se atrevieron a pedirle una oportunidad, pero ninguno consiguió vencer a la gran corredora, por lo que la joven les dió muerte a todos. Sin embargo, un día se enteró de este reto un joven noble y de alto origen llamado Hipómenes. Movido por la curiosidad, se acercó a ver a Atalanta y quedó prendido de ella. Quería conseguir su amor, pero sabía que era tarea difícil debido a lo que se contaba de ella y de sus grandes dotes. 

   Decidido a no rendirse, Hipómenes invocó la ayuda de la diosa Afrodita, la cual, dispuesta a ayudarle, le regaló tres manzanas doradas y le aconsejó que fuese tirándolas a los pies de Atalanta si ésta le iba sacando ventaja en la carrera. Hipómenes, contento con los consejos de la diosa, fue ante Atalanta y le retó en una carrera. Ella accedió, convencida de que volvería a salir victoriosa y que daría muerte al nuevo pretendiente.

   La carrera comenzó, y cuando Atalanta conseguía adelantar a Hipómenes, éste le tiraba una manzana dorada a sus pies. La joven, deslumbrada por el brillo y la belleza de las manzanas, se paró a recogerlas para quedárselas, y su rival aprovechó este descuido para adelantarla y proclamarse victorioso en la carrera.

Hipómenes y Atalanta. Guido Reni. 1612. Museo del Prado, Madrid.

   Atalanta, sorprendida y admirada por la treta que usó su pretendiente, quedó enamorada de él, y accedió a casarse con Hipómenes. Se celebró la boda y ambos compartían largas jornadas de caza y de paseos. 

   Un día, mientras estaban en uno de estos entretenimientos, les sobrevino una pasión incontrolable y decidieron dar rienda suelta a este amor en un templo dedicado a la diosa Cibeles, que estaba cerca de allí. Los amantes pasaron dentro de él y allí consumaron su amor. La diosa, furiosa por aquella profanación imperdonable de su templo, de su recinto sagrado, decidió castigar a estos jóvenes inconscientes e irrespetuosos, y sin piedad por ellos los convirtió en leones y los obligó a tirar de su carro para toda la eternidad, condenados a estar siempre juntos, pero sin poder mirarse el uno al otro. Y así continúan, tirando de la diosa, predestinados a no poder volver a verse, tal como predijo el oráculo.

Fuente de la Cibeles. Diseño de Ventura Rodríguez y obra de Francisco Gutiérrez y Robert Michel. 1780-1786. Madrid

   Seguro que a partir de ahora, cada vez que paséis por enfrente de la Cibeles os fijaréis en los leones y os acordaréis de esta historia que acabais de leer.


   Por último, quiero añadir unas imágenes de esta historia que se encuentran en el Palacio del Infantado de Guadalajara, ya que son muy poco conocidads y merecen ser visitadas. A este respecto, quiero agradecer la ayuda de un gran amigo, que hizo las magnificas fotografías a los frescos de los techos de esta sala. ¡Muchas gracias Julio Salgado por este regalo! (Julio es un grandísimo fotógrafo que podeis conocer a través de su instagram @arte_photo_iuliano ).


Hipómenes reta a Atalanta a una carrera para casarse con ella. Rómulo Cincinato. 1578-1580. Palacio del Infantado, Guadalajara. Salas del Duque. Sala de Atalanta.

Hipómenes va tirando las manzanas de oro durante la carrera. Rómulo Cincinato. 1578-1580. Palacio del Infantado, Guadalajara. Salas del Duque. Sala de Atalanta.

Hipómenes y Atalanta deciden dar rienda suelta a su pasión en el templo de Cibeles.  Rómulo Cincinato. 1578-1580. Palacio del Infantado, Guadalajara. Salas del Duque. Sala de Atalanta.




   *NOTA: Ésta es la versión más conocida de Hipómenes y Atalanta, pero hay una más en la que se dice que el templo que profanaron Hipómenes y Atalanta era de Zeus, y que fue él quien decidió convertirlos en leones y que tiraran del carro de Cibeles.



lunes, 23 de noviembre de 2015

Cómo ponerse guapa en la Antigua Roma (I): El maquillaje y el peinado.



      Hoy en día es muy habitual arreglarse y seguir más o menos la moda en cuanto a ropa, maquillaje, peinados, complementos... Pero esto no es algo que haya surgido en nuestra época. La moda se ha impuesto en la forma de vida de los individuos desde épocas remotas, y hoy nos vamos a dedicar a observar los hábitos de arreglo personal que seguían las mujeres en la Antigua Roma. La mayoría de ellos han continuado hasta nuestros días, y nos sorprende ver cómo utensilios que pensábamos inventados por nosotros ya los utilizaban los romanos cientos de años antes.

      Lo primero que hacía una mujer romana a la hora de ponerse guapa era preparar la piel del rostro. Para ello utilizaba el albayalde, un pigmento blanco que mezclado con miel daba luminosidad a la cara. A veces preparaban la piel por medio de mascarillas y cremas de todo tipo. Después de tener el rostro "aclarado" con el albayalde se sonrojaban las mejillas con polvo de hematites, para darle un toque de frescura y juventud a la cara. 

      El siguiente paso era darle forma y color a los ojos. Los perfilaban con un kohl negro a base de tinta de sepia, el hollín resultado de asar dátiles, y antimonio. A veces se añadían a esta mezcla hormigas tostadas. Los párpados se sombreaban con colores llamativos, como el verde, el azul o el rojo, y se realzaban las pestañas. Las cejas también se alargaban en ambas direcciones, ya que en la sociedad romana se consideraba a una mujer atractiva si tenía las cejas muy juntas, puesto que daba al rostro una expresión de fuerza. Para conseguir esto, las cejas se alargaban por medio de un bastoncillo de carbón y las difuminaban con un poco de ceniza.

      Para dar color a los labios disponían de una amplia gama de colores, aunque el favorito era el rojo vivo, el cual se obtenía a partir del cinabrio o del minio, elementos que, por otra parte, eran muy tóxicos para la piel.

      El último paso para tener una cara perfecta era el dibujo de falsos lunares. Éstos, además de para aumentar la belleza, servían incluso para enviar mensajes según se dibujaran en un sitio o en otro del rostro. Cada posición enviaba un mensaje diferente al que lo veía.

      A veces las mujeres también se maquillaban las plantas de las manos y de los pies de color rojo; y las más adineradas maquillaban con polvo de oro las puntas de los senos.

      Una vez terminado el rostro y el maquillaje corporal, el siguiente paso es pasar al arreglo del pelo. Éste era un trabajo muy laborioso, y existían diferentes técnicas de peinado. Para peinar el cabello utilizaban peines de hueso, y para rizarlo tenían unas tenacillas que calentaban en los braseros, y una vez calientes, enrollaban los mechones de pelo en ellas para darles forma. 

      En la Antigua Roma no sólo se moldeaba el pelo al gusto, sino que también podían cambiarlo de color. Lo más normal era que se tiñeran de negro, rubio o rojo, pero también había tintes naranjas o azules, aunque éstos últimos eran más utilizados por las prostitutas. 

      Para las que se cansaban rápido de un color de pelo y podían permitírselo, había pelucas de diferentes colores para poder cambiar de color varias veces a la semana. Las pelucas se pusieron muy de moda entre las mujeres, y estaban realizadas con pelo traído de diferentes partes del mundo según el color requerido. Por ejemplo, las de color negro provenían de países orientales. En cambio, para las rubias y las de tonos rojizos, se traía el pelo de Germania.

      Es en el peinado donde más podemos ver la influencia de la moda en la sociedad romana. Según las épocas, el peinado varía, y era la esposa del emperador la que marcaba los dictámenes de la moda en el peinado. Las mujeres libres gustaban de hacerse peinados muy complejos y elaborados, y éstos irán complicándose con el tiempo. En cambio, las esclavas sólo podían acceder a recogerse el pelo en una forma muy simple.

      El cabello siempre se llevaba recogido, ya que lo contrario era un a señal de lujuria y desenfreno. De hecho, en las fiestas de las Bacantes se soltaban el pelo como símbolo de seducción y erotismo.

      Por último, vamos a pasar a ver una pequeña muestra de los diferentes peinados que podíamos encontrar en las mujeres romanas. Hay una evolución. En los primeros siglos de la República, los peinados eran muy sencillos. En cambio, conforme avanza la República y en los primeros tiempos del Imperio los peinados se fueron volviendo más artificiales y recargados, con la minuciosa y trabajosa elaboración que ello conllevaba.



Peinado estilo melón
Peinado estilo nodus

Peinado estilo tortuga. Imita el caparazón de una tortuga.
Peinado estilo tutulus (Recogido de rizos en la parte alta de la cabeza y atados con una cinta de lino. Este peinado fue utilizado durante casi toda la Antigua Roma)

Peinado estilo seni crinibus. Tipo de peinado utilizado por
las vestales y las novias el día de su boda. Consiste en seis
mechones trenzados que caen por los hombros cubriendo los pechos.
Peinado tipo salus (acumulación de rizos sobre las sienes)
Peinado tipo turbante



Peinado época flavia (aquí es donde el peinado alcanza
su mayor complejidad, teniendo que recurrir a postizos
para poder alcanzar la altura deseada).
Peinado época flavia (parte posterior)


domingo, 19 de abril de 2015

La construcción de San Pedro del Vaticano como el inicio de la Reforma Protestante.



      Nadie podía imaginarse que la construcción más importante para la cristiandad, la basílica de San Pedro del Vaticano, fuera el punto de arranque para la reforma protestante que hizo que se tambaleara el mundo católico y que éste se dividiera a partir de entonces en dos bandos: el católico y el protestante. División que se mantiene hoy en nuestros días. 


El papa León X con dos cardenales.
Obra de Rafael Sanzio (1518-1519)
       Todo empezó en los inicios del siglo XVI, cuando León X, nada más acceder al papado, decidió intensificar las obras de este templo tan importante para el orbe cristiano. Roma estaba recuperando su esplendor y estaba convirtiéndose en el centro del mundo. Por ello debían de concluirse las obras de San Pedro. Para esta empresa contó con la colaboración de prestigiosos artistas, pero las arcas de la Iglesia de Roma estaban prácticamente vacías y había que incrementar el presupuesto disponible como fuera. Y al Papa se le ocurrió una nueva forma de subvencionar las obras, idea que consistía en la concesión de indulgencias especiales o la redención de las penas temporales del Purgatorio por medio de donaciones económicas. Éstas concesiones las anunció en 1515, encargando a los dominicos su predicación por toda Europa para conseguir dinero de todos los rincones en los que dominaba el cristianismo. 

      De vender los certificados de tales indulgencias se encargarían  los bancos alemanes de los Fugger mediante la Tasa Camarae seu Cancillariae Apostolicae, donde se establecía una lista de precios o tasas a pagar según la gravedad de los pecados cometidos para obtener el perdón del Papa. También podían adquirirse en nombre de un familiar ya difunto, para reducir su estancia en el Purgatorio o para sacarlo de allí, según la cantidad de dinero que pagaran.

Retrato de Martin Lutero por
Lucas Cranach hacia 1520.
      Martín Lutero, monje agustino alemán, había estado en Roma en 1511 para resolver asuntos de su orden. Al llegar allí le decepcionó lo que se encontró, ya que lo que vio fue un ambiente demasiado relajado y festivo. Y esque desde hacía tiempo eran muchos los males de la Iglesia. Muchos regulares vivían relajadamente las reglas de sus órdenes, faltando a sus votos de pobreza, obediencia y castidad. Por lo menos un 20% de los religiosos vivían en concubinato, sin contar con el nepotismo imperante por medio del cual se heredaba la Cátedra de San Pedro según lazos familiares y no por medio de consenso entre la curia, que es el procedimiento que se debería seguir. Muchos de los obispos se ausentaban de sus diócesis y sólo se dedicaban a enriquecerse y a vivir mundanamente. Y un gran número de párrocos era analfabeto. No sabían siquiera leer, y a causa de ello repartían los Sacramentos y demás obligaciones según les parecía, haciendo los sermones a su manera a causa de no haber leído ni siquiera la Biblia por su falta de estudios.

      Pero fueron las ventas de indulgencias las que motivaron la protesta de Lutero cuando llegaron a Alemania en 1517. Ellas le llevaron a la redacción de las 95 tesis que clavó en la puerta de la iglesia de Wittenberg para que todo el que pasara por allí las leyera y que después serían ampliamente difundidas por toda Europa gracias al recién aparecido invento de la imprenta. Éste es el inicio de la reforma protestante, un inicio que llevaría a Lutero a la excomunión.

      En esas 95 tesis Lutero atacaba la actitud de la Iglesia en general y el caso de las indulgencias en particular. Y argumentaba que todo lo que él decía y defendía ya había sido defendido con anterioridad por autores como San Agustín. Además, estaba seguro de que la Verdad sólo se podía encontrar en las Escrituras. Este último tema será fundamental en su doctrina, pues da un mayor protagonismo al fiel a la vez que se lo resta a los sacerdotes, como se verá más adelante.

      Criticó la práctica de la excomunión, método al cual recurría la Iglesia cuando un fiel no compartía la Doctrina cristiana o cuando no pagaba sus impuestos religiosos. Era una pena muy dura, ya que, además de apartar al excomulgado de las celebraciones religiosas y echarlo fuera de la comunidad cristiana, con todas las consecuencias que de ello se derivaban, también se le impedía, por ejemplo, el ejercicio del comercio. Lutero se posicionó en contra de la excomunión argumentando que sólo Dios podía incluir y excluir a un fiel de la Comunidad.

      A partir de aquí es cuando el Papa inicia su proceso de herejía contra Lutero, en 1521. Lutero es excomulgado y proclamado hereje y proscrito. Debe huir para salvar su vida. Pero el Duque de Sajonia, Federico el Sabio, organizó una especie de secuestro fingido de Lutero para hacerlo desaparecer del mapa y así poder protergerlo. Fue recluido en el castillo de Wartburg durante un año, donde se dedicó a escribir y reflexionar bajo la identidad falsa del doncel Jorge. 

      Esas reflexiones mantenidas en su escondrijo fueron las que crearon una base teológica alejada de las bases dogmáticas de Roma. Lutero fue desarrollando cada vez más a fondo sus doctrinas y llegó a conclusiones más profundas, como es el caso del sacerdocio universal. Según este pensamiento, la Iglesia es una comunidad espiritual formada por aquéllos que comparten la misma fe, y que son iguales por medio del bautismo. Los que prestan un servicio a la comunidad como pastores, no pertenecen a un orden distinto, por lo que además, pueden contraer matrimonio. Se devalúa de esta forma el papel de los sacerdotes como intermediarios entre Dios y los fieles. Todos somos iguales por medio del bautismo, y por lo tanto se afirma el sacerdocio universal de todos los bautizados.

      En 1522 salió de su confinamiento en el castillo de Wartburg para predicar por Alemania aún con el riesgo que ello conllevaba para su propia vida. Debía extender las bases de la nueva fe. Labor a la que se dedicó durante dos años, hasta 1524.

      Como defendía el embargo de los bienes de la Iglesia para sufragar actividades de ayuda social y de educación de las clases bajas, consiguió una importante popularidad entre amplios segmentos sociales. 

        Hay algunas otras ideas de Lutero que tienen gran importancia para entender la nueva religión, como la proclamación de la necesidad de una relación más personal, espiritual y directa con Dios. Defendía el hecho de que cualquier fiel que supiera leer podía leer la Biblia y sacar sus propias conclusiones, ya que anteriormente a esta defensa sólo los sacerdotes podían leer la Biblia, no el pueblo fiel, que solamente podía conocer lo contenido en las Sagradas Escrituras a través de su sacerdote y la interpretación que de ellas hiciera dicho sacerdote. Según Lutero, es la Biblia la que habla a cada fiel, sin necesitar la interpretación de nadie más. Esta lectura e interpretación propia de la Biblia es un derecho de todos los creyentes, y no, como afirmaba la Iglesia, un monopolio exclusivo de los sacerdotes. Para que se pudiera cumplir el deseo de Lutero se hacía necesario traducir la Biblia a las diferentes lenguas vernáculas, ya que hasta ese momento la Biblia estaba escrita únicamente en latín. De hecho, fue el propio Lutero el que tradujo las Escrituras al alemán para hacerlas accesibles a un mayor número de fieles.

      Los Siete Sacramentos de la Iglesia Católica ahora se reducen a solamente aquellos que aparecen en las Sagradas Escrituras, esto es, al Bautismo y la Eucaristía, pero esta última solamente como conmemoración del hecho que tuvo lugar, y no como reproducción real. Los demás Sacramentos eran fruto de las distorsiones introducidas por la autoridad eclesiástica a lo largo de los siglos.

      También se niega el poder intercesor y mediador de los santos y de la Virgen. Ya no deben ser figuras que procuran protección, sino que deben de ser modelos a imitar. Del mismo modo, las peregrinaciones, devociones de reliquias y las imágenes religiosas pierden sentido.

       Las liturgias se hacen más participativas al sustituirse el latín por la lengua propia de cada nación. De este modo el fiel puede participar en las misas con el canto de salmos y la lectura de textos bíblicos, además, claro está, de entender con total claridad todo lo que se está diciendo en la celebración.

       Por último, según el pensamiento y las ideas de Lutero sólo Dios puede perdonar las culpas de aquéllos que se arrepienten sinceramente. No niega la confesión, ya que la absolución dada por el sacerdote es siempre útil, pero en ningún caso es indispensable.

      
         La ruptura formal con Roma se produce en 1521 tras la Dieta de Worms y el protestantismo se extiende por el Imperio. Con el paso del tiempo se suman nuevos protestantes bajo los predicadores Zwinglio y Calvino, además de la también ruptura con Roma que produce Enrique VIII, rey de Inglaterra, bajo el cual se introduce el anglicanismo en el país. Este último foco lo explicaremos en otro post más adelante, ya que es un hito muy importante en la Historia.  

            Para concluir, como respuesta a esta reforma apareció un movimiento de defensa del lado católico que produjo, a finales de 1545, la convocatoria de un Concilio en Trento que sería el origen de la Contrarreforma Católica. Este concilio tenía una triple finalidad: corregir los desórdenes en la Iglesia, proclamar su doctrina, y restablecer la unidad. Concilio este que tendrá numerosas repercusiones para el mundo católico y que será también explicado próximamente.


Mapa que muestra cómo quedó dividida Europa tras las reformas religiosas iniciadas por Lutero.

viernes, 30 de enero de 2015

Las vidrieras en la Edad Media


        Coincidiendo con la aparición de la arquitectura gótica, empieza a desarrollarse el arte de la vidriera en la Europa medieval, aunque este elemento ya había aparecido en época románica. Durante el Gótico se dará el momento de máximo desarrollo y esplendor de este arte del vidrio, sobre todo en el siglo XIII. La decoración con vidrieras tendrá desarrollo hasta el siglo XVI, siglo en el que los gustos estéticos cambian para dar paso al redescubrimiento de la Antigüedad Clásica y a la imitación de sus formas. Sin embargo, la vidriera será puesta de nuevo en valor en el siglo XIX gracias a los prerrafaelistas y posteriormente con el movimiento Art Nouveau. En Europa, las vidrieras más antiguas que poseemos pertenecen a la catedral de Augsburg, Alemania, datadas en el año 1065.

Vidrieras de la Catedral de Troyes, Francia.

El profeta Daniel en una de las vidrieras
de la catedral de Augsburg, Alemania. 1065
      Con la aparición del Gótico la arquitectura reduce sus muros, las construcciones se hacen mucho más ligeras y diáfanas, y las paredes dejan de ser unos muros gruesos y compactos para pasar a ser simples contenedores de vidrieras. Vidrieras que cumplen una doble función: ser transmisoras de la luz exterior hacia interior del templo, y continuar con la labor didáctica de las pinturas murales que se estaban dando en las catedrales románicas. Y esque no hay que olvidar que la inmensa mayoría de las personas en aquella época del medioevo no sabía leer, por lo que estas pinturas eran las encargadas de enseñar las Santas Escrituras. Al fiel se le enseñaba por medio de la iconografía reflejada en pinturas y esculturas. Las iglesias y catedrales eran un libro contenedor de las historias de la Biblia. En ellas aparecían reproducidas todas aquellas lecciones que el fiel debía conocer.

    Para el hombre medieval la luz era una manifestación divina, y entrar en el interior de una catedral gótica le hacía transportarse a un lugar irreal, era una manifestación del Jerusalén celeste en la tierra, una construcción con la imagen de las palabras de Dios inundándolo todo con una luz trascendente que lo alejaba por un momento de sus miserias y penurias terrenales. Se sentía como en la casa de Dios, como en el Cielo.

Vidriera de la Catedral de Chartres, Francia. 
          Las vidrieras, realizadas con vidrios de colores, plomo, hierro, grisalla y esmaltes, tenían una compleja técnica de realización. Lo primero de todo era la elaboración de un esbozo con el dibujo que finalmente tendrá la vidriera. En este esbozo se dejará preparada la disposición de las imágenes y los colores que tendrá el conjunto. Una vez que el esbozo es del gusto del comitente de la obra, se pasa éste a las medidas definitivas y se definen las líneas donde irá el emplomado. Este dibujo se copiará una vez más y se recortarán las diferentes piezas, que se utilizarán una a una como guía para el corte del vidrio. A continuación se realiza el vidrio de colores, cuyo resultado es una plancha grande y fina. Esta plancha se irá cortando con hierros candentes según las guías que se habían obtenido anteriormente y se procede al emplomado. Este paso consiste en insertar cada parte de vidrio en unas fajas de plomo acanalado con forma de H. El plomo es muy maleable, por lo que es ideal para las formas irregulares de los vidrios, adaptándose perfectamente a sus contornos. Finalmente, se une a la estructura de hierro que hace las veces de marco de la representación y ya puede colocarse sobre las ventanas, reforzándose con una armadura de hierro las vidrieras que son de grandes dimensiones.
Difuminación de la grisalla en la
realización de una vidriera moderna

            Los detalles como los cabellos, el rostro, o los pliegues de los ropajes se dibujan con grisalla. Se trata de una técnica en la cual se mezcla un polvo de óxido de hierro con un disolvente. El resultado de esa mezcla se extiende por medio de un pincel con agua, vinagre y el aglutinante necesario, compuesto por goma arábica o resina. De esta forma se van dibujando los detalles que sean requeridos y se introducen las láminas de vidrio en el horno para que la grisalla penetre en la pasta vítrea. Los efectos difuminados se consiguen raspando con pinceles ásperos las diferentes partes del dibujo.  

          La gran mayoría de las vidrieras estaban colocadas en catedrales o edificios cortesanos. Pero a partir de mediados del siglo XIV comienzan a aparecer también en parroquias urbanas realizadas por medio de encargos de la burguesía, clase que se estaba convirtiendo en el motor de las urbes medievales.

         En España, las vidrieras más antiguas están realizadas entre 1200 y 1220. Son las pertenecientes a la iglesia del monasterio cisterciense de las Huelgas, en Burgos. Aunque la Catedral de León es la única de las catedrales góticas españolas del siglo XIII que conserva su programa de vidrieras completo.

Vidrieras del Monasterio de las Huelgas (izq.) y vidrieras de la Catedral de León (drch.)
           


         En el siglo XIV las vidrieras aumentaron su tamaño y ganaron naturalidad gracias al perfeccionamiento de la técnica, utilizando colores más claros y luminosos. En este siglo también se recogieron cada vez más ideas de los pintores flamencos, pintores que en aquélla época se encontraban a la cabeza de la pintura en toda Europa. Se adaptaron las vidrieras a su estilo, pudiéndonos encontrar maravillosas muestras como las de la Catedral de Bourges, muy influídas por la pintura de Jan van Eyck. 


Vidrieras de la Catedral de Bourges, 1451.

       
      Posteriormente, en el Renacimiento las vidrieras se vuelven menos transparentes y brillantes a causa de estar realizadas en una sola pieza de vidrio incoloro que después se pintaba con esmaltes, volviendo el vidrio menos translúcido e impidiendo la entrada total de luz.

        Uno de los conjuntos más impresionantes de vidrieras sea, quizá, el perteneciente a la Sainte Chapelle de París, de un estilo gótico en el que las paredes han dejado prácticamente de existir para dejar paso a las enormes vidrieras que crean un espacio mágico e irreal.

Sainte Chapelle de París.


Sainte Chapelle de París.

viernes, 16 de enero de 2015

El origen de los órdenes clásicos según Vitruvio



      Todos conocemos o hemos oído hablar alguna vez de los órdenes clásicos de las columnas (orden dórico, jónico y corintio), pero... ¿Nos hemos preguntado alguna vez cómo aparecieron? ¿Por qué tienen esa forma y esas proporciones?. La respuesta a todas estas preguntas nos las da Vitruvio, tratadista romano que vivió en el siglo I a.C. 

Los tres órdenes clásicos

      Gracias a su famosa obra Los Diez Libros de Arquitectura podemos hoy conocer el lenguaje arquitectónico que se daba en la antigüedad romana. Este libro fue ya utilizado por los arquitectos del Renacimiento para realizar sus construcciones en esa vuelta a la Antigüedad, en ese renacer del arte clásico. En el Libro IV, capítulo primero, Vitruvio introduce el siguiente título: De los tres órdenes de las columnas; de su origen y de su invención, haciendo, a partir de ahí,una exposición que narra los hechos y acontecimientos que tuvieron lugar en la aparición de estos órdenes clásicos.

Orden dórico
      El primer orden que apareció fue el dórico, y se llama así por Doro, rey del Peloponeso. Este rey hizo construir un templo en honor a Juno. Para dicho templo se realizaron columnas con un determinado estilo (el que hoy conocemos como dórico), y después ordenó edificar otros templos en las diferentes ciudades. Los atenienses enviaron trece colonias a Asia, y allí quisieron erigir templos, pero no conocían las proporciones que debían tener las columnas, por lo que decidieron tomar como medida la huella del pie de un hombre. Calcularon las proporciones del cuerpo con respecto a la medida de su pie, y dichas proporciones las traspasaron a las columnas. De este modo, la columna dórica está proporcionada al cuerpo del hombre, presentando un aspecto varonil y dotando a los edificios de solidez.

Orden jónico
      Tiempo más tarde, en Jonia, se quiso levantar un templo a la diosa Diana, pero para que el templo estuviera acorde con ella, quisieron hacer las columnas más esbeltas, para que no fuera un templo tan robusto como los dóricos. Por ello, calcularon la relación de las proporciones dándole al conjunto la delicadeza de la mujer. A la columna se la hizo más alta y esbelta, y se le puso una basa equiparándola con el calzado. En el capitel tallaron volutas en ambos lados, imitando así el peinado que llevaban las mujeres de la época y que caía en bucles a un lado y a otro de la cara. Para representar los cabellos que caen sobre la frente, se sirvieron de cimacios y festones. Para terminar de hacer esta representación del cuerpo de la mujer en las columnas, a lo largo de su fuste se trazaron estrías que quieren imitar los pliegues de las túnicas. De este modo nace el orden jónico, equiparable con la belleza femenina, en contraposición a la robustez masculina del dórico.

      Por último, el orden corintio representa la delicadeza de una doncella, cuyo talle, debido a su corta edad, es más fino que el de una mujer adulta. La aparición de este orden tiene una historia que Vitruvio nos describe así:

Orden corintio
          Una doncella de Corinto, apenas núbil, enfermó y murió; y su nodriza fue a poner sobre su tumba, en un canastillo, algunos de los objetos que a la muchacha más le habían agradado en vida, y para que pudieran conservarse a la intemperie sin estropearse durante más tiempo, tapó la cesta con un ladrillo. Por casualidad vino a quedar el canastillo sobre la raíz de una planta de acanto. Oprimida luego por el peso del canastillo, esta raíz de acanto comenzó en la primavera a echar tallos y hojas, y fueron creciendo a los lados de la cesta, y tropezando con los cantos del ladrillo, por efecto de la presión, tuvieron que doblarse, produciendo los contornos de las volutas. El escultor Calímaco, que acertó a pasar por allí cerca de la tumba, vio el canastillo y se fijó en la delicadeza de las hojas y quedó prendado de la belleza de esta forma, reproduciéndola en las columnas que hizo después y estableciendo las proporciones con arreglo a ese modelo.

viernes, 9 de enero de 2015

Perséfone y el reino de los muertos.

      

Hades con el can Cerbero
      Según la mitología griega, al repartirse los Cíclopes el dominio del Universo, a Hades (Plutón en la mitología romana) le correspondió reinar en el inframundo. Es el rey de los muertos, incluso da su nombre al lugar donde residen las almas. 

     Hades vive en los infiernos junto al barquero Caronte y el can Cerbero, quienes lo ayudan en sus dominios de ultratumba. Caronte, un anciano de barba blanca y ojos llameantes, con una capa anudada al cuello, es el encargado de llevar las almas a través de los ríos que separan el reino de los vivos del de los muertos. Este trabajo no lo hace gratis, ya que cobra un óbolo a cada alma para poder transportarla. (De aquí la costumbre que se tenía en el mundo antiguo de enterrar a los difuntos junto con una moneda para que pudieran pagar este servicio al barquero). Pero Caronte no lleva a cualquier alma. Se abstiene de transportar aquellas almas que no han recibido las honras fúnebres debidas, y tampoco a aquellas pertenecientes a muertos insepultos. Estas almas son condenadas a vagar por las orillas del río Cocito durante cien años antes de poder ser admitidas en el Hades. Río cuyas aguas están formadas por las lágrimas de todos estos muertos condenados. Miguel Ángel, el gran artista del Renacimiento, también plasmó a Caronte llevándose las almas de los condenados en su Juicio Final de la Capilla Sixtina. 

Joachim Patinir. Caronte atravesando la laguna Estigia. ca.1520-24.
Museo Nacional del Prado.

      El otro ayudante en el inframundo, el can Cerbero, es un perro con tres cabezas y cola de serpiente cuya mordedura es venenosa. Se encarga de impedir la salida de los muertos del Hades, así como la entrada de los vivos, aunque en una ocasión Orfeo consiguió amansarlo con la música de su lira, pero esa es otra historia que ya contaremos. En cuanto a este can, su significado ha llegado a nuestros días en la figura del portero de fútbol, también llamado cancerbero, que, como en el Hades, defiende la entrada de sus dominios, en este caso su portería. 

Bernini. El rapto de Proserpina.
1621.
      Hades estaba enamorado de Perséfone (o Proserpina, si nos referimos a los mitos romanos), que era hija de su hermana Deméter (Ceres en Roma), diosa de la tierra cultivada y de Zeus (o Júpiter). Un día Hades decidió raptarla mientras recogía flores en una pradera junto a una ninfa. Cuando la muchacha, admirada por un narciso, fue a recogerlo, la tierra se abrió y apareció Hades, llevándosela a la morada de los muertos. Allí, su raptor le da a comer un grano de granada, para que de este modo no pueda volver al mundo de los vivos. 

      Deméter, desconsolada por la pérdida de su hija, decide bajar del Olimpo y buscar a Perséfone por toda la tierra, pero su búsqueda no da resultado, y la diosa olvida sus obligaciones, dejando de bendecir los campos, en los cuales dejan de brotar las plantas, las cosechas y la vida. Todo está estéril. 

Bernini. El rapto de Proserpina.
1621. Detalle.
Rossetti. Proserpina. 1874
       Zeus, alarmado por este hecho, envía a todos los dioses para convencer a Deméter de que vuelva al Olimpo, pero ésta se niega. Como último recurso, Zeus envía a Hermes ante Hades para que consiga que éste devuelva a Perséfone, pero puesto que ella ya había comido el fruto de la granada, no podía volver a la tierra. Al final, llegan a un acuerdo: Perséfone pasará la mitad del año en el Hades y la otra mitad en el Olimpo con su madre.

       De este modo se explica el origen y ciclo de las estaciones. Cuando Proserpina pasa el tiempo con su madre, todo es vida y alegría, y Deméter cumple con sus tareas sobre la tierra y los cultivos (es el tiempo de la primavera y el verano). Pero, durante el resto del año, Perséfone habita las moradas de ultratumba, y Deméter, debido a la tristeza que ello le produce, deja de ejercer sus obligaciones como diosa, apareciendo la devastación en los campos (otoño e invierno).

      Iconográficamente, Hades es representado normalmente en un carro de oro con el cuerno de la abundancia en la mano, y a Perséfone con un ramo de narcisos, ya que era la planta que estaba recogiendo cuando fue raptada. O con una antorcha en la mano. También se le representa en un carro tirado por caballos negros junto a Hades.


Miguel Ángel. Juicio Final. 1536-1541. Capilla Sixtina.
Detalle de Caronte

Miguel Ángel. El Juicio Final. 1536-1541. Capilla Sixtina